¿A quién quieres más, a mamá o a papá?
Me imagino que la respuesta siempre es la misma. ¡A los dos!
Por lo menos esta siempre ha sido la mía.
Por eso, aunque me haya decantado por papá en la parte comercial de la venta de vino a restaurantes, sigo queriendo igual a mamá que es la parte del restaurante. En ambos casos la inquietud era la misma, vender el mejor vino para potenciar el consumo y mejorar la experiencia de los clientes.
Supongo que cuando te crías en una cultura de negocios familiares te acostumbras a colaborar en ambos desde bien pequeño.
En mi caso he tenido claro desde muy temprano el camino que quería seguir. La pasión por el vino y su gente me ha mantenido motivado e ilusionado todo el tiempo.
Por eso en 2004 decido iniciar un proyecto personal al que se van sumando valores humanos que comparten la misma filosofía.
Comprometida, carismática.
Nadie mejor que ella para confiar la gestión de tu bodega.
¡Sin duda una apuesta segura!
Una cervecería familiar con fabricación propia, un hotel o el mundo de la distribución. Durante 8 años ha trabajado como sumiller para Pepe Vieira (cocina gallega de vanguardia con dos Estrellas Michelín) con una incursión en el Celler de Can Roca (cocina tradicional catalana con tres Estrellas Michelín).
Nadie mejor que Juan para entender el trabajo de un sumiller.
Además de frescura aporta una perspectiva fundamental del nuevo consumidor de vino.
Tendencias, momentos de consumo, así como gasto medio.
Todo el equipo comercial, de administración, de almacén, de reparto y todos los productores a los que representamos, que han decidido dedicarse en cuerpo y alma a su pasión forman Pablo Piñón.